Les Trois Rois es uno de los hoteles urbanos más antiguos de Europa, fundado como posada noble en 1681 y transformado en Gran Hotel en 1844. Se encuentra a orillas del Rin, en el corazón histórico de Basilea, en el norte de Suiza, cerca de la frontera francesa. El hotel ha sido seleccionado por la Guía Michelin.

Le aconsejamos que reserve su estancia en el hôtel des Trois Rois a través de Booking.com, que suele ofrecer cancelación gratuita. Envíenos una postal si va, nos daría mucho gusto.

El precio por noche comienza en unos 560 euros para 2 personas en una habitación City con vistas al casco antiguo. Parejas de todo el mundo acuden a Les Trois Rois, elogiando la profesionalidad del personal, la atención al detalle y la fantástica cocina de Le Cheval Blanc, uno de los restaurantes de 3 estrellas más famosos del mundo.

El personal es profesional y siempre está ahí para ayudarte. El equipo habla varios idiomas: alemán, italiano, francés, inglés y español.

Hay 101 habitaciones y suites a su disposición. Dependiendo de su elección, disfrutará de una decoración art decó, ropa de cama ultraconfortable de tamaño king, productos de hospitalidad Feuerstein Essentials, un minibar con refrescos de cortesía, un televisor de pantalla plana Bang & Olufsen y una azotea privada con jacuzzi al aire libre si opta por la suite más prestigiosa del hotel.

Para sus comidas, espere un festival de sabores. El chef Peter Knogl y su equipo le dan la bienvenida al Cheval Blanc, un restaurante con tres estrellas Michelin y una calificación Gaultmillau de 19/20. Es uno de los 100 mejores restaurantes del mundo con alta cocina francesa enriquecida con influencias mediterráneas y asiáticas.

Si quiere comer algo más relajado, vaya a la brasserie del hotel, con muy buenas especialidades suizas y francesas. Los productos son siempre frescos, procedentes de un rico terruño. La vista sobre el Rin es muy agradable. Nos encanta el venado con foie gras, cerezas ácidas y cacao.

Por la noche, diríjase al bar para tomar un cóctel preparado con refinamiento por el Chef Thomas. El ambiente es muy refinado, con una gran chimenea, techos altos, cómodos sillones y, a menudo, música de piano en directo. Algunos cócteles se preparan con un misterioso spray. Es todo lo que podemos decirle. Para los entendidos, también hay un acogedor salón para fumarse un buen puro de Cuba o la República Dominicana.

El hotel está situado en el corazón del centro histórico de Basilea y ofrece una espléndida vista del Rin. La ciudad tiene mucho que ofrecer: un precioso casco antiguo peatonal centrado en la plaza del mercado, más de 40 museos y un ambiente cosmopolita muy agradable: Francia y Alemania están a pocos minutos en tranvía. No hay que perderse el ayuntamiento (Rathaus Basel) con sus paredes de color rojo intenso.